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(Foto Virgilio Vera, ABC Color, en el artículo aquí) |
Este domingo las palabras del Evangelio (Mt 11,25-30) resuenan en mí. La crisis en el colegio episcopal cuestiona una Iglesia que quiere proteger su imagen y se concentra en su política interna. La crisis de los damnificados irrumpe y muestra un Estado frágil que necesita replantear sus prioridades. La crisis de un niño enfermo sacude toda la familia e invita a centrarse en los valores esenciales. Dios habla por los pequeños. ¿Porqué somos débiles y frágiles? Tiene algo que ver con poder amar...
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