domingo, 12 de octubre de 2014

¿Te gusta la boda?

La gente dice que sí: es una linda fiesta, hay muchos preparativos alegres, hay un banquete, se baila toda la noche, se encuentra mucha gente, es también como un final (y un comienzo) feliz, un encuentro de dos personas que se buscaban, la celebración del amor.  Entonces ¿porqué los invitados no van?  Por que son ocupados.  Por que ellos mismos controlan y arreglan su mundo.  Por que son ricos y ya no sienten el hambre de la fiesta.  Y, peor de todo, tal vez ya no creen en el amor, se volvieron cínicos: ¿hasta cuándo durará este sueño inocente? Ya saben de ilusiones y de decepciones. Como muchos tienen el corazón herido de haber creído y haber sido defraudado, o de haber encontrado su propio límite.  Ir a la boda es volver a creer en el amor.

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