sábado, 27 de mayo de 2017

Otro tipo de ausencia

Durante varias semanas del Tiempo Pascual estuvimos pasando entre la alegre noticia de la Resurrección y el dolor de la separación y de la partida. Día de la Ascensión, Jesús se va, pero dice: “Estoy con ustedes para siempre”. Para nosotros, sus discípulos, es una invitación a tener la misma confianza en nuestra “ausencia”. Si nuestro testimonio es auténtico, la distancia y el tiempo sólo lo pueden fortalecer. No se trata de la ausencia irresponsable que abandona a los demás sino de una alianza de amor que los sigue y acompaña, en el compromiso, en la oración, en la amistad. Por esto las despedidas, por más dolorosas y difíciles, son tan importantes.

sábado, 20 de mayo de 2017

Presencia

El Evangelio de Juan repite frecuentemente la conexión entre “si me aman” y “conservarán mis mandamientos”. Para que se dé la presencia profunda e íntima de Dios en nosotros, como en cualquier relación, hace falta despertar, vivir la alianza, abrirnos a un compromiso, y no ser pasivos a la expectativa de “pruebas”, encerrados en nuestros egoísmos, esperando que Dios se haga presente según nuestros cálculos y términos. Vivimos esta realidad con nuestra misma gente: en la medida en que estamos abiertos y comprometidos en la comunidad, en la familia, en la sociedad, los demás “existen” para nosotros. Si condicionamos su “existir” a nuestras expectativas, los matamos, los expulsamos de nuestro mundo. Creer en la resurrección de Jesús es dejarnos abrir radicalmente, que nazca en nosotros un amor grande como no lo creíamos posible, un amor que “conserva” a los demás y los hace presentes más allá de todas nuestras limitaciones.