El
Evangelio de Juan repite frecuentemente la conexión entre “si me
aman” y “conservarán mis mandamientos”. Para que se dé la
presencia profunda e íntima de Dios en nosotros, como en cualquier
relación, hace falta despertar, vivir la alianza, abrirnos a un
compromiso, y no ser pasivos a la expectativa de “pruebas”,
encerrados en nuestros egoísmos, esperando que Dios se haga presente
según nuestros cálculos y términos. Vivimos esta realidad con
nuestra misma gente: en la medida en que estamos abiertos y
comprometidos en la comunidad, en la familia, en la sociedad, los
demás “existen” para nosotros. Si condicionamos su “existir”
a nuestras expectativas, los matamos, los expulsamos de nuestro
mundo. Creer en la resurrección de Jesús es dejarnos abrir
radicalmente, que nazca en nosotros un amor grande como no lo
creíamos posible, un amor que “conserva” a los demás y los hace
presentes más allá de todas nuestras limitaciones.
Gracias Pa'i Puku. Aqui en RCA acabamos de tener unas cuantas gentes de ATD que pudieron hacer una "caravana" de IFHIM, que les hizo mucho bien. Pensé en tus compromisos. Animo Pa'i! Jajotopàta latitape, he'i...
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