¿De
qué fuego se trata? ¿Y cómo es esto que trae división? Jesús
revela algo, planta en nuestra historia un fermento que nos hace
vivir a todos y todas un proceso a la vez liberador y doloroso.
Revela el corazón misericordioso del Padre. Revela nuestras
violencias escondidas. Revela nuestra justicia muy superficial.
Revela que somos hechos para el Amor. Revela que el amor pasa por la
cruz. Revela la belleza de nuestra vocación y revela las ataduras
que nos impiden responder. Es como un fuego: grande, bello, animado,
pero también destructor, ardiente, que quema y purifica. Asusta y
atrae su propuesta. Nosotros no le seguimos porque nos sentimos
capaces sino porque él nos invita y acompaña.
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