Sobre la montaña, historia de sacrificios. El del padre fundador, Abrahán, renunció a tener a su hijo como un medio para que se realice la promesa de ser un gran pueblo. El Padre de quien viene toda paternidad ofreció a su Hijo como Palabra que da la Vida a todos los que quieran escuchar. Paternidad y maternidad: ¡grandes compromisos! El hijo es "reflejo del padre" pero es diferente y anda por su propio camino. Ser hijo, hija, también es un compromiso. El de crecer. El de agarrar esos valores transmitidos como una herencia y arriesgarlos en una vida nueva. Padres, madres, hijas, hijos: seres tan cercanos cuya relación es tan compleja y difícil de describir. Atrapados en la comunión y en la soledad... La relación permanece en lo indecible.
Yo como hija: "agarrar esos valores transmitidos como una herencia y arriesgarlos en una vida nueva" y la familia "seres tan cercanos cuya relación es tan compleja y difícil de describir", cada uno lo "vive" de diferente manera y hay un lazo fuerte que va uniendo las generaciones: el amor. Es mi caso y siento en mi familia, respetando diferencias. Un abrazo y gracias!
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