viernes, 9 de septiembre de 2016

Perdido y encontrado

El capítulo de la misericordia en Lucas, las parábolas que tanto nos alientan. El texto no explica tanto por qué se perdió la oveja, la moneda, el hijo. Describe sin más: se perdió… Hay muchas historias así: personas que dando vueltas en la vida, un buen día se encuentran perdidas, desorientadas, necesitando una mano. En el texto, esto le dio al pastor, a la ama de casa, al padre, un quebranto tremendo y encontrarlos de nuevo, una alegría extraordinaria. Ésta es la alegría de Dios. Y al vecindario, a los compañeros pastores, a toda la comarca pero sobre todo al hijo mayor, el buen seguidor que cumple todos los mandatos, el Padre pide sencillamente esto: compartir esta alegría.

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