sábado, 24 de septiembre de 2016

No es broma

La insistencia de Jesús sobre la corrupción y la insensibilidad que vienen del dinero no es broma. Tampoco es ideología izquierdista. Es una descripción de lo que los militares llaman “daños colaterales”: se bombardea un objetivo pero sufren y mueren los civiles que viven en la cercanía. Se acumulan riquezas, algunos se aprovechan con la “economía estimulada” mientras hay otros muchos que pasan muy mal. Jesús está con esos que sufren. Con Lázaro.  No puede ser que la última moda sea más importante que una familia que no come, que los números de la bolsa cuenten más que trabajadores que arriesgan sus vidas, que el sueldo de un futbolista se compare con el presupuesto de una ciudad, que el poder económico de unos traficantes compre la conciencia de representantes del pueblo, que se viole la Madre Tierra sin pagar las consecuencias, que las familias de nuestro campo se estén muriendo por que se “transiciona hacia una agricultura más productiva” que alimenta animales en otros países… Algo anda mal.

No hay comentarios:

Publicar un comentario