domingo, 22 de enero de 2017

"Para que se cumpliera la Escritura..."

Muchas veces encontraremos esta fórmula durante el “Año Mateo”. No es una fórmula vacía. Tampoco es una suerte de “prueba mágica”, como si estuviera diciendo: mira… lo sabían años, siglos antes, y todo pasó como habían predicho. No. Es mucho más profundo. Mateo quiere decir: Jesús cumple las aspiraciones más profundas de su cultura, de su religión, de su lenguaje. Así como nosotros tenemos muchas palabras cargadas de afecto y de significado: sy, kuimba’e, mburuvicha, juaju, jaiko ojuehe oñopehenguéicha,… y aspiramos a que revelen su pleno sentido en la vida de las personas, en nuestras vidas, sin la corrupción habitual que suele embarrarlas. El Evangelio dice: Jesús, sí, cumplió, llenó, hizo realidad el lenguaje de su mundo. A su ejemplo, y por la fuerza del Espíritu Santo, podemos hacer realidad los anhelos profundos de nuestra cultura y nuestra lengua.

No hay comentarios:

Publicar un comentario