sábado, 1 de octubre de 2016

El salario de la fe

¡Aumenta nuestra fe!” Porque es muy difícil perdonar (el texto justo antes, Lc 17,3-4) y cumplir las exigencias del llamado de Jesús. La fe no es solamente un medio especial para tener un poder y hacer milagros, es una manera de vivir donde recibimos de Dios los dones, las exigencias, los llamados, las tareas, las dificultades y las persecuciones. No podemos reclamar como si fuera nuestro derecho. ¡Cuántos/as servidores de la Iglesia que muestran sus obras o su jerarquía como títulos que les daría derecho a un trato diferente! ¡Cuántos devotos que exhiben su piedad como un pasaporte para reclamar a Dios! ¡Cuántos creyentes que piden ser exentos de las condiciones normales de la vida! Somos servidores “inútiles”... a quienes no se tiene que agradecer o retribuir o reconocer; nos toca vivir en la fe, recibiendo todo como gracia de Dios.

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