Hace
poco vi una foto de un alumbramiento y sentí: es realmente un
acontecimiento de carne y sangre. Mirando la cara oscura y
vociferante, el cordón, los fluidos, la mamá agotada, me imaginé:
ahí hay dolores, alegrías, esperanzas, angustias, y enormes
cambios. Ahora todo un mundo estará girando alrededor de este
pequeño paquete de mocos y tejidos que grita, se tuerce, come,
duerme y sonríe. Un cuerpito honrado como un tesoro, y también a
servir en todas sus necesidades básicas. La fiesta de Navidad
representa todas esas realidades animales y espirituales, crudas y
maravillosas. El Verbo se hizo carne. Dios vive entre nosotros, no
se revela en otra realidad que la nuestra. No la menospreciemos. No
la sustituyamos por cuentos engañosos. No huyamos del cuerpo
nuestro y del prójimo. No tengamos miedo de encontrar a Dios ahí,
en la sencillez, en lo concreto, en relaciones donde el otro se
resiste, se opone, se hace vulnerable, es realmente “otro”.
¡Feliz Navidad!
Percepciones, reflexiones y meditaciones compartidas, en la Diócesis de San Pedro Apóstol, Paraguay
sábado, 24 de diciembre de 2016
viernes, 16 de diciembre de 2016
¡Atrévete!
María
fue valiente
y audaz
de aceptar el plan de Dios tan loco. Y el sueño de José le deja
este mensaje: atrévete vos también. No tengas miedo de acompañarla
a ella, a Jesús; no tengas miedo de meterte con gente atrevida que
contempla la realidad de lo que podemos ser y vivir, el Reino de
Dios. Jesús
tuvo esta misma influencia sobre sus discípulos. Él hacía
cosas “atrevidas”: recibir con misericordia a los pecadores
públicos, tocar a los leprosos, mover el edificio de la religión
oficial,… no para alborotar o para polemizar, sino por la gente,
para
mostrar el camino de la verdadera vida libre y comprometida en el
amor. Es
un mensaje para nuestra tibieza, nuestra timidez, nuestra seguridad,
nuestra conciencia de “buena gente” que se asusta cuando Dios nos
hace ver más allá de nuestro conformismo. ¿A qué locura nos
invita? ¿A qué gente atrevida nos invita a acompañar?
viernes, 9 de diciembre de 2016
¿Cómo saber?
Estas
señales, ¿son auténticas o no son? Esta
obra de caridad ¿es
lavado
de dinero o ayuda realmente a la gente?
La iniciativa del Ministerio, ¿es un
verdadero progreso o una jugada política?
Este candidato ¿es realmente honesto y honrado o esconde
algo?
Nuestra propia acción eclesial ¿es un testimonio válido y
pertinente o no? El mismo Jesús, ¿es o no es el mesías? pregunta
Juan Bautista. Y la respuesta tiene algo de discreción y humildad,
de no querer ni ponerse en el primer plano, ni ser tan afirmativo
sobre la identidad propia. “Miren los signos,” dice Jesús, a
ver si esto convence. No pretende más. Discernir requiere una
mirada profunda, un corazón que esté realmente en la misma fase que
el otro, en el amor. No bastan los buenos sentimientos, ni las
palabras dulces, ni los signos exteriores de números y éxito.
Jesús
dice:
aquí están personas que ahora son más personas (ciegos que ven,
sordos que escuchan, lisiados que caminan, etc.), para
los que quieran o puedan ver...
¿Qué es ser más persona?
jueves, 1 de diciembre de 2016
Viene el juicio
¿Buena
o mala noticia? Para algunos es una muy buena noticia: por fin, se
corregirán las injusticias, se verá la inocencia, habrá comida
para los hambrientos; por fin, se verá las intenciones rectas que
quedaban escondidas en los aportes silenciosos de muchas personas,
más allá de los éxitos, de la fama y de la publicidad; por fin, se
reconocerá la dignidad de las personas invisibilizadas por el
menosprecio. Para otros es mala noticia: se caerán los privilegios,
las jerarquías, los falsos poderes, brillará la verdad detrás de
las mentiras y de los engaños. Entonces, ¿hay que tener miedo al
juicio? Tal vez sí, si tenemos algo que esconder y que nuestra vida
depende de una falsedad. Pero tal vez, o mejor no, si aprendemos a
ver el juicio como una luz que ilumina nuestra realidad y nos ayuda a
vivir libres. Todavía hay tiempo para desear esta luz.
sábado, 26 de noviembre de 2016
Vigilar
Corre
el chiste: ¿por qué no arreglas tu techo que gotea? Porque
llueve demasiado. ¿Y cuando hay buen tiempo por qué no lo haces?
Porque ya no hace falta… ¿Por qué la gente no le hizo caso a
Noé y a su Arca? ¿Por qué no construimos casas mejor equipadas
para prevenir crecidas? ¿Por qué no pensamos mejor nuestros
pueblos y ciudades para vivir en ambientes más saludables? ¿Por
qué no vemos lo que ahora sufre la juventud y no preparamos un
futuro mejor para las nuevas generaciones? ¿Por qué no nos damos
cuenta de los caldos de cultivo psicológicos, culturales, económicos
y políticos que destruyen los valores y la convivencia social?
Vigilar necesita pila, atención, disponibilidad, apertura radical,
algo como “ascesis” o disciplina personal. Andá preguntar a los
que son guardias de noche. Tenemos un montón de resistencias para
no vivir así; debemos descubrir y sanarlas. Vigilar es estar
presente plenamente a la vida y a los acontecimientos, mirar, leer,
escuchar lo que nos dicen y actuar. Japáyke lo mitã.
viernes, 18 de noviembre de 2016
Sálvate a ti mismo
Es
lo que repite la gente y el otro crucificado a Jesús. Es una forma
de ver el liderazgo: primero el líder. Que se salve. Que muestre
su poder superior a los demás, sino es un inútil. Por esto tanta
corrupción y malos manejos. Por esto la confusión entre negocios
propios y servicio público. Por esto “ubicar” a la propia
gente, aprovechar los contratos para “cortase una tajada”,
comprar los votos… En la familia, pensar primero en la ventaja
propia y no ver a las generaciones nuevas que nos comprometimos a
lanzar en su propio camino. En la Iglesia, defender nuestro estatus,
nuestra “posición” y no ver más a la gente que nos
comprometimos a servir. Sálvate a ti mismo porque estamos en
crisis, a punto de colapsar y hay que aprovechar lo que se puede.
Jesús renuncia a este camino. Es profeta y rey siendo humilde y
entregado, capaz de misericordia hasta en la hora de su muerte: “Hoy
estarás conmigo en el paraíso.”
jueves, 10 de noviembre de 2016
Superlativos
¡Qué
edificio tan lindo! ¡Qué vida tan exitosa! ¡Qué saber tan
profundo! ¡Que organización tan eficaz! ¡Qué parroquia tan
animada! ¡Qué cuerpo tan hermoso! ¡Qué imagen tan dinámica! Y
todo esto pasará, no quedará nada… Y al contrario: ¡Qué paisaje tan
desolado! ¡Qué comunidad tan fracasada! ¡Qué conflicto tan
terrible! ¡Qué liderazgo tan corrupto! ¡Qué inseguridad tan
rampante! ¡Qué futuro tan deprimente! Y creemos que todo esto
se salvará… Nuestras evaluaciones son superficiales. No son
éstos los signos que Dios nos invita a contemplar. Él está
sembrando ahora las semillas del Reino. Aprendamos a escuchar y
mirar más profundamente para ver los verdaderos signos y vivir la
alegría y la confianza que nadie nos podrá robar.
miércoles, 2 de noviembre de 2016
Vida
No
convencen ni el caso de los Saduceos sobre la mujer y los siete
hermanos maridos (¿qué será de ellos en el cielo?), ni las
torturas a los hermanos Macabeos y su valiente resistencia. No nos
sentimos héroes, y no entendemos esos casos inventados de la ley.
Las especulaciones sobre el cielo “no pegan” y los ejemplos de
heroísmo son recibidos con dudas sobre nuestro propio valor en la
lucha. Jesús tampoco va por ahí. Sólo quiere decir esto: Dios
ama la vida, Dios está comprometido con la vida de sus hijos e
hijas. Nos dice: dejen
de inventar casos y preguntar lo que no pueden averiguar, vivan “a
full” en su tiempo, en sus relaciones, en sus compromisos. Dejen
de preocuparse por las persecuciones, la vida en ustedes dará su
plena medida a su tiempo, el
Espíritu no faltará.
Den vida. En Mateo, el texto termina: la gente estaba asombrada de
su enseñanza; en Marcos: ustedes están en un grave error; en Lucas:
“Has hablado bien”, fin de la discusión.
viernes, 21 de octubre de 2016
Justificación
La
aventura con Dios no te deja tranquilo y seguro. Delante de Él, no
hay certificado que vale punto, no hay pasaporte para pasar la prueba
del juicio, no se puede acumular un capital. La vida con Dios es
gracia y la única actitud sana es la apertura para recibir,
escuchar, ser “trabajados” por la misericordia, incluso cuando
duele y “no da gusto”. El pecado es lo contrario: blindarse,
atrincherarse, encerrarse en un mundo de prácticas y doctrinas
seguras que te hacen perder de vista el riesgo de la relación. A la
otra persona sólo se la ve para evaluar, comparar, defenderse,
justificarse. No hay encuentro con los demás, ni con Dios. La
“vida recta” hizo morir el amor.
viernes, 14 de octubre de 2016
Insistir
Lo
presentan como una disposición en la oración pero es una auténtica
actitud en la vida. Lo contrario es dejar, abandonar,… Ha’éma
chupe. Le dije ya una vez, y dejo de recordar, me voy contento
por haber cumplido una parte del contrato de comunicación y
frustrado por no conseguir. La comunicación verdadera entre
nosotros supone otra postura: buscar al otro, sentirle, asegurar que
la comunicación fue clara, ayudarle a responder, escuchar mucho. Lo
mismo va con nuestros objetivos sociales: hay que insistir. A veces
tiene pinta de “ser pesado”. Pero veo más situaciones de
“ñembotavy”. Parece que no se quiere realmente conseguir el
objetivo, que es demasiado esfuerzo, que es mejor que no se realice
porque así se puede permanecer en una situación de queja, en una
insatisfacción existencial que justifica la inmovilidad y la
desconfianza. Al final el plagueo es más fácil y más agradable,
menos comprometedor que el objetivo buscado con insistencia.
sábado, 8 de octubre de 2016
¡Agradecida!
Tengo
una amiga que siempre concluye así sus conversaciones, cuando pide o
recibe algo, y a veces por nada, sólo porque le brota esta palabra.
¡Agradecida! Es como más que “¡Gracias!”. Es una nueva
mirada sobre el favor recibido, sintiéndolo como un regalo,
recordando el don y sobre todo la relación entre las personas que
viven el intercambio. Es valorar el regalo y la persona que lo hace
poniéndose en actitud diferente, abierta, participativa, humilde,
alegre, en paz. Es conservar al otro, adentro suyo, y no huir con la
ventaja conseguida, como si se valorara más el provecho que la
relación. Por todos estos motivos, Jesús puede decir al samaritano
sanado: “Tu fe te ha salvado.” Es como decir: tu fe te hace ver
de otra forma la vida, y esto es el verdadero milagro, esto es la
salvación.
sábado, 1 de octubre de 2016
El salario de la fe
“¡Aumenta
nuestra fe!” Porque es muy difícil perdonar (el texto justo
antes, Lc 17,3-4) y cumplir las exigencias del llamado de Jesús. La
fe no es solamente un medio especial para tener un poder y hacer
milagros, es una manera de vivir donde recibimos de Dios los dones,
las exigencias, los llamados, las tareas, las dificultades y las
persecuciones. No podemos reclamar como si fuera nuestro derecho.
¡Cuántos/as servidores de la Iglesia que muestran sus obras o su
jerarquía como títulos que les daría derecho a un trato diferente!
¡Cuántos devotos que exhiben su piedad como un pasaporte para
reclamar a Dios! ¡Cuántos creyentes que piden ser exentos de
las condiciones normales de la vida! Somos servidores “inútiles”...
a quienes no se tiene que agradecer o retribuir o reconocer; nos toca
vivir en la fe, recibiendo todo como gracia de Dios.
sábado, 24 de septiembre de 2016
No es broma
La
insistencia de Jesús sobre la corrupción y la insensibilidad que
vienen del dinero no es broma. Tampoco es ideología izquierdista.
Es una descripción de lo que los militares llaman “daños
colaterales”: se bombardea un objetivo pero sufren y mueren los
civiles que viven en la cercanía. Se acumulan riquezas, algunos se
aprovechan con la “economía estimulada” mientras hay otros
muchos que pasan muy mal. Jesús está con esos que sufren. Con Lázaro. No puede
ser que la última moda sea más importante que una
familia que no come, que los números de la bolsa cuenten más que trabajadores que arriesgan sus vidas, que el sueldo de un futbolista se
compare con el presupuesto de una ciudad, que el poder económico de
unos traficantes compre la conciencia de representantes del pueblo,
que se viole la Madre Tierra sin pagar las consecuencias, que las
familias de nuestro campo se estén muriendo por que se “transiciona
hacia una agricultura más productiva” que alimenta animales en
otros países… Algo anda mal.
sábado, 17 de septiembre de 2016
Sin vergüenza
Jesús
cuenta una parábola donde pone en la boca del patrón un elogio a su
capataz sin vergüenza. Lo alaba no por su deshonestidad sino por su
astucia, su capacidad de razonar y organizar, un poco como cuando
miramos a los ladrones y nos maravillamos porque son “ingeniosos”
y decimos que son “inteligentes”. Letrado, ivale. “Los
hijos de las tinieblas son más astutos que los hijos de la luz.”
Al final es una terrible advertencia: los que creen en Jesús deben
salir de su ingenuidad tranquila, sacudir su conformismo, despertar
su sentido moral. No puede ser que nos arrodillemos delante del dios
de la riqueza, y nos olvidemos de los más pobres que son
“descartados” por un sistema injusto manejado por esos “astutos”.
viernes, 9 de septiembre de 2016
Perdido y encontrado
El
capítulo de la misericordia en Lucas, las parábolas que tanto nos
alientan. El texto no explica tanto por qué se perdió la oveja, la
moneda, el hijo. Describe sin más: se perdió… Hay muchas
historias así: personas que dando vueltas en la vida, un buen día
se encuentran perdidas, desorientadas, necesitando una mano. En el
texto, esto le dio al pastor, a la ama de casa, al padre, un
quebranto tremendo y encontrarlos de nuevo, una alegría
extraordinaria. Ésta es la alegría de Dios. Y al vecindario, a
los compañeros pastores, a toda la comarca pero sobre todo al hijo
mayor, el buen seguidor que cumple todos los mandatos, el Padre pide
sencillamente esto: compartir esta alegría.
sábado, 3 de septiembre de 2016
Renunciar
Palabra
fea hoy en día. Como cantaban unos rockeros en los 90, “lo quiero
todo y lo quiero ahora” parece ser el lema de nuestra sociedad.
Pero si decidir es lo que nos construye como personas, siempre, en el
corazón de la decisión, hay opciones y renuncias. Esto es ser
humano. Amar a una sola pareja. Amar a los hijos e hijas que
tenemos.
Amar el oficio y el trabajo en él que decidí perseverar. Amar
a mi comunidad real y renunciar a la ideal. Cuando
somos jóvenes, elegimos también y dejamos de lado muchas
posibilidades. Más
avanzamos en la vida, más hay un solo camino, a elegir cada día
entre los posibles que
se nos presentan, y renunciar…
Es normal. Es sano. Jesús radicaliza esta dimensión humana
fundamental. Para seguir su camino, invita
a renunciar a lo que
nos aleja del "Reino", renunciar a lo
que no nos abre al
amor.
viernes, 26 de agosto de 2016
Jerarquía
Aprovechando una comida de fiesta en una casa, Jesús demuestra cuán grande la gente tiene interiorizada una jerarquía de
quién es más y quién menos. De hecho en la fiesta, hay “puestos
de honor”, y lugares más “comunes”, para la gente “fifi”, y
para el “populacho”. Pero, ¿no es así casi siempre? En el
trabajo, en casa, en la comunidad cristiana, en el vecindario, en la
participación ciudadana,… tenemos adentro una escala que mide
constantemente quién es más, quién es menos, y dónde estamos
nosotros, una escala basada en la apariencia, la riqueza, los
títulos, la prepotencia, la popularidad,… Jesús parece reconocer esto como un hecho pero
nos invita a deshacer el mecanismo poniéndole una trampa: buscar el
último puesto.
viernes, 19 de agosto de 2016
¿Para todos o para pocos?
¿Quién
se salva? ¿La fe es un don inmenso y gratuito o un compromiso serio
y exigente? Las dos cosas. La invitación de Dios pasa todas
nuestras fronteras y rompe los muros. Nosotros
creemos que Él tiene la iniciativa y ama “sin límites”.
Su
misericordia derrite los corazones duros y
alcanza a los más excluidos. Cuando Él ama, ya no hace falta
correr lejos o valernos por nosotros mismos únicamente.
Pero, también, seguir a Jesús nos lleva sobre un camino estrecho
que muchos no aceptan recorrer, por
muchos motivos. Jesús
pide una apertura vigilante, una coherencia, vivir en la justicia.
No podemos sólo tener la boleta para pasar.
miércoles, 10 de agosto de 2016
Un fuego sobre la tierra
¿De
qué fuego se trata? ¿Y cómo es esto que trae división? Jesús
revela algo, planta en nuestra historia un fermento que nos hace
vivir a todos y todas un proceso a la vez liberador y doloroso.
Revela el corazón misericordioso del Padre. Revela nuestras
violencias escondidas. Revela nuestra justicia muy superficial.
Revela que somos hechos para el Amor. Revela que el amor pasa por la
cruz. Revela la belleza de nuestra vocación y revela las ataduras
que nos impiden responder. Es como un fuego: grande, bello, animado,
pero también destructor, ardiente, que quema y purifica. Asusta y
atrae su propuesta. Nosotros no le seguimos porque nos sentimos
capaces sino porque él nos invita y acompaña.
jueves, 4 de agosto de 2016
¿Dónde está tu tesoro?
¿Qué
es importante para ti en tu vida? Pregunta difícil. Hay que dejar
subir las cosas profundas desde el corazón, desde la experiencia. No
sólo se trata de proclamar sino de vivir y ver en las decisiones.
¿Qué es lo que te mueve realmente? ¿Qué es lo que te hace pasar
a través de las dificultades y los problemas? Jesús observa,
conoce el corazón humano, y sabe el precio de una vida realmente
unificada, interior, entregada al servicio de los demás. Sabe
también de las trampas: para algunos el tesoro está en la imagen,
en la popularidad, en las riquezas, en el capital político, en los
títulos,… Pedro pregunta a Jesús: ¿hablas por nosotros? Sí.
Jesús habla especialmente a los servidores y servidoras: ¿dónde
está tu tesoro? Esto no es un asunto de “vida privada”. Dónde
está mi tesoro, ahí está mi corazón, mi testimonio, lo que doy y
dejo a los demás.
miércoles, 27 de julio de 2016
Imposible asegurar
Hay
gente que, a penas recibe algo, lo gasta y lo comparte. Otros que
juntan y quieren asegurar para el futuro. Jopy ha pojera. La
parábola de Jesús describe a alguien que calcula: primero juntar y
asegurar y luego hacer la fiesta. El reproche es esto: no ves que
estos cálculos hacen de ti tu único seguro, piensas que tienes en
tus manos todo para controlar tu destino, crees que el dinero arregla
todo. No entran en esta planificación las “sorpresas” de la vida, los
golpes, las inseguridades, los demás… Hoy en día, hay empresas
que se dedican a calcular estas cosas y prometen “asegurarte la
vida”. La idea de un seguro agrícola para todos es muy buena.
Pero la vida siempre será una aventura. Hay algo más importante
que conseguir un seguro: arraigarse en el amor. Ñañembohapo
Ñandejára mborayhúpe. Ñañekarama hese. Y esto complica más
las cosas: ¡chau tranquilidad y control! pero bienvenida la vida y
la paz.
jueves, 21 de julio de 2016
Pidan, busquen, llamen
Así,
con estos verbos muy activos, el texto de Lucas habla de la oración.
Pedir, se entiende, se asocia habitualmente a la oración. Buscar
sin embargo implica moverse y hacer de nuestro pedido algo que
orienta toda la vida. Llamar a la puerta significa llegar a alguien,
concretar el pedido, pasar por las etapas de un trámite, sobrellevar
los obstáculos, perseverar. Así que la oración no puede ser una
actitud cómoda de presentar peticiones y no hacerle más caso. La
oración unifica la vida en una búsqueda, un llegar al otro que es
Dios y el prójimo. Hace parte de un compromiso de toda la persona,
y toda la comunidad cristiana.
jueves, 14 de julio de 2016
Marta y María
Dos hermanas en una
sociedad patriarcal. Parece que María conquistó un espacio entre
“los discípulos”, con otras mujeres. Después del recorrido,
descansa a los pies del maestro, escuchando su palabra. Y Marta
presiona para que vuelva a la cocina. Ahí, Jesús dice algo como
que “prefiere” la actitud de María. No es para menospreciar el
trabajo de Marta, no es para comparar. “Hace falta poca cosa” (ni
tanta comida, ni tanto protocolo, ni tanta forma, ni tanto trabajo) y
“una sola hace falta” (estar con Jesús, escucharle). ¿No será
que nos amoldamos demasiado a los papeles tradicionales y perdemos de
vista el objetivo de nuestra misión? ¿No será que nuestras
propias obras, la organización y la administración, pero también
la oración y los rituales, a veces se vuelven religión en sí, y nos
consumen todo el tiempo? ¿No será que a veces hacemos cosas
por los demás pero no les damos tiempo gratis para estar con ellos?
María nos ayuda a buscar la actitud justa.
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